Berta Cáceres fue una reconocida dirigente feminista, indígena y ambientalista hondureña. En 1993, cofundó el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), desde donde luchó incansablemente por los derechos del pueblo lenca y la protección del medio ambiente.

Su activismo la llevó a enfrentarse a grandes intereses económicos, especialmente en su oposición a la construcción de la represa de Agua Zarca en el río Gualcarque, un territorio sagrado para su comunidad. En reconocimiento a su valentía y compromiso, en 2015 recibió el Premio Goldman, el máximo galardón mundial para defensores del medio ambiente.

El 2 de marzo de 2016, Berta Cáceres fue asesinada en su hogar tras años de amenazas contra su vida. Su muerte provocó una condena internacional y puso en evidencia los riesgos que enfrentan los defensores ambientales en América Latina. A pesar de este intento de silenciar su lucha, su legado sigue vivo, inspirando a nuevas generaciones en la defensa de los derechos humanos y la justicia ambiental.